Es una de las actividades menos conocidas del sector energético porque está ligada al ahorro en el consumo de energía, un concepto que hasta hace bien poco en España apenas se ha tenido en cuenta en el diseño de los edificios, del alumbrado público o de los sistemas de refrigeración. Pero las empresas de servicios energéticos (ESE), prometían hace algo más de un año el despegue de una nueva industria con gran futuro dada la necesidad imperiosa de ahorro y el batacazo del ladrillo.
La crisis ha mermado las expectativas de un negocio casi naturalmente vinculado a la Administración, donde más ahorros de energía pueden realizarse por el ingente gasto en alumbrado público o en el mantenimiento de mastodontes como los ministerios. Con el ahogo económico que vive el Estado y los ayuntamientos, ese maná ha desaparecido y con él un despegue más contundente de estas empresas.
Fuente: Cinco Dias.