La cara verde de la Política Agraria Común reflejará el giro hacia los cultivos de biomasa, de forma especial en los del tipo leñoso que ahora comienzan a establecerse sobre terrenos antes ocupados por la agricultura tradicional. La cara verde de la PAC aparece ya en los borradores que se elaboran en la reforma de criterios de ayudas e incentivos agrarios que regirán la intervención pública sobre el agro durante el próximo lustro, con una dotación económica que terminará por consagrar la alternativa de la producción bioenergética: se ha fijado como estimativo un incentivo que podrá llegar a los 400 euros por hectárea y año, ayuda directa, que termina por revestir de atractivo y rentable esta forma de trabajo agrícola. Leer mas..
Fuente:Diario de León
Enlace:Diario de León
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